Las Mujeres en la Edad Media debían pagar a sus maridos por casarse con ellas como compensación: de igual manera si querían ser monjas

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Durante muchos cientos de años la mujer ha sido delegada a desempeñar un papel de ama de casa, el cual engloba el papel de madre y cuidado de los hijos, pero también existía otro papel que la mujer de esa época podía desempeñar y era el de religiosa.

Ser monja no recaía simplemente en tener la vocación de dejar su vida mundana atrás, sino también la capacidad de los padres o familiares a cargo para poder costear económicamente esa vocación y así pudiera cumplir su sueño de consagrarse a Dios.

De hecho un dato curioso es que no solo el hecho de elegir los caminos de Dios implicaban un desembolso de dinero, también el casarse lo implicaba, pues se le daba una especie de remuneración al marido como una especie de compensación por el hecho de hacerse cargo de la mujer e hijos, todas estas condiciones que se le imponían a la mujer era producto de la inferioridad que representaba la mujer durante la antigüedad.

La cantidad de dinero aportado era muy importante a la hora de lograr llegar a un acuerdo, de eso dependía el visto bueno del matrimonio. A raíz de esta situación a fin de mitigar el hecho de que un gasto de tal magnitud agarrara por sorpresa a los familiares de la novia. La república de Florencia tomo a bien hacer un fondo publico, en el cual los padres iban aportando desde que sus hijas estaban muy pequeñas.



Hubieron religiosos que aportaron a la causa de las monjas como es el Papa Urbano VII quien dono toda su fortuna a la orden de las religiosa para dar una especie de subsidio a las niñas. Si bien se pedía dinero para formar parte de las religiosas, la cantidad de dinero era muy significativa.



Todo esto se hacia para que de alguna manera se pudiesen sufragar los gastos, porque muchos conventos vivian de las donaciones de los feligreses y de esta manera poder evitar que se llenaran de niñas abandonadas a las puertas de sus iglesias, con esto se evitaba la problematica que podria surgir al quedarse sin dinero los conventos por una sobrepoblacion.













1 comentario:

  1. Ah bueno lo del aporte para ser religiosa es harina de otro costal. El motivo claramente nada tiene que ver con una discriminación de género. Una vez más se tergiversan las cosas para llevar agua al molino de la discriminacion para fundar en ese tópico concreto de los conventos a un ridículo y feminazista reclamo.

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