Liudmila Pavlichenko: La francotiradora "más mortífera de la historia que aterrorizó a la Alemania nazi".
Lyudmila Mykhailvna Pavlichenko nació el 12 de julio de 1916
en Belaya Tserkov, Ucrania, en el seno de una familia humilde. Su padre
trabajaba en una fábrica y su madre era maestra. Lyudmila destacó desde pequeña
por su carácter independiente y por ser una buena estudiante. Cuando tenía
catorce años, se trasladó con su familia a vivir a la capital ucraniana, Kiev.
Lyudmila continuó estudiando hasta llegar a la universidad donde inició sus
estudios de historia. Para ayudar a su familia, la joven compaginaba sus
estudios con un trabajo en un arsenal mientras disfrutaba del tiempo libre en
un club de tiro donde inició sus pasos como tiradora.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el ejército soviético
contó con la participación de unas dos mil mujeres francotiradoras, de las
cuales solamente llegaron a sobrevivir quinientas. La gran mayoría fueron
nombres anónimos que perecieron en el campo de batalla junto a sus colegas
masculinos . Sus prácticas en un campo de tiro le sirvieron para entrar en el
Ejército Rojo y convertirse en una de sus francotiradoras más letales.
Lyudmila estaba estudiando historia en la Universidad de
Kiev cuando estalló la guerra. No se lo pensó y se dirigió a la oficina de
reclutamiento para alistarse en el cuerpo de infantería. Los comandantes al
mando intentaron convencerla de que sería más útil en el cuerpo de enfermería
pero cuando les mostró sus dotes con el rifle tuvieron que rendirse a la
evidencia de sus capacidades como francotiradora.
Se unió a la 25ª División de Infantería del Ejército Rojo
donde pronto se convirtió en una de sus mejores francotiradoras. El primer día
de batalla, Liudmila y un joven francotirador vieron a un grupo de nazis, ella
dudaba en disparar pero al ver caer a su compañero abatido, perdió cualquier
rastro de compasión y acabó con la vida de los nazis en un instante, con su
fusil Mosin-Nagant. El primer frente en el que estuvo, cerca de Odesa, Lyudmila
abatió a 187 soldados alemanes. Cuando su cuerpo fue trasladado a Sebastopol,
ascendía a teniente después de haber sumado 257 soldados enemigos muertos a
manos de su impecable pulso. Había abatido a 309 soldados alemanes, entre ellos
36 francotiradores como ella.
Los alemanes le gritaban desde sus tanques, animandola a que
desertara del Ejército Rojo y se uniera a ellos, le ofrecían chocolate (en
aquella época era un producto de lujo) ropa y dinero. Su respuesta era un
disparo mortal.
Su apodo de 'Ángel de la Muerte', venía de la facilidad con
la que se adentraba en las filas alemanas, abatiendo a soldados y comandantes.
Sigilosa y mortal como la Parca, segaba las vidas nazis. Las tácticas del 'Ángel de la Muerte' eran originales:
colocaba maniquíes o cadáveres atados a los árboles para que los soldados
enemigos dispararan y revelaran su posición.
Se ocultaba en la lluvia, para disimular su silueta y
amortiguar los disparos enemigos. Colgaba trozos de tela en las zonas de
viento, para hacer creer que estaba allí.
Tambíen se subía encima de árboles para atraer a los
francotiradores enemigos. Fingía que moría para hacer salir al tirador enemigo
y luego abatirlo.
Era un fantasma que mataba, y se convirtió en uno de los
objetivos principales de los nazis.
En Sebastopol fue
herida en varias ocasiones, pero no dejo el frente hasta que después de que el
ejército nazi bombardeó su posición haciendo que se le incrustara metralla en
el rostro.
Entonces, ya ascendida a teniente por sus méritos, empezó a
formar a francotiradores Y pronto fue invitada a Washington.
Se mostró varias veces enfadada con la prensa local por el
tipo de preguntas que le hacían los periodistas.
Cuando uno de ellos le preguntó si en el frente usaba
maquillaje, ella le respondió: "No había ninguna regla que lo prohibiera.
¿Pero quién tiene tiempo de pensar en cuánto brilla su nariz en medio de una
batalla?".
Otro ejemplo es la vez en la que se refirieron al largo de
su falda.
"Visto mi uniforme con honor. En él luzco la Orden de
Lenin —la segunda condecoración nacional en orden de importancia de la Unión
Soviética y la más alta condecoración civil — y ha estado cubierto de sangre en
batalla", contestó ella.
Finalizada la guerra, y contando entre sus condecoraciones
en el de Héroe de la Unión Soviética, el más alto de los honores, terminó su
formación en la Universidad de Kiev y empezó su carrera como historiadora.
Entre 1945 y 1953 fue ayudante del Cuartel General Principal
de la Armada Soviética y después fue miembro activo del Comité Soviético de
Veteranos de Guerra.
Fue una de las 2.000 francotiradoras que lucharon con el
Ejército Rojo en la Segunda Guerra Mundial y una de las 500 que salió con vida.
Pero sus heridas no curaron del todo. Murió el 10 de octubre
de 1974, a los 58 años.
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