Científicos descubren que la misteriosa daga de Tutankamón es de origen extraterrestre

Existe un halo de misterio alrededor de la daga descubierta por el arqueólogo Howard Carter en la tumba del faraón Tutankamon, y es el hecho de que su origen es posiblemente extraterrestre, pero no como tu te lo estas pensando, la clara historia de un conspiranoico en la que un alienigena le dio la daga, lejos de ser un hecho surrealista, la realidad es otra y es que si bien tiene un origen extraterrestre con ello se refiere a que el material del que se elaboro dicha daga es proveniente de un meteorito.

Esta mas que comprobado en estudios posteriores que el hierro del cual esta compuesto esta misteriosa daga es de origen extraterrestre pues venia contenido en un meteorito, no solo esta pieza fue forjada a partir de este material sino muchas piezas mas, que pertenecían al faraón también fueron hechas con el mismo material.

La daga acompaño al faraón hasta su funeral, fue descubierta sobre el muslo derecho del mismo, decorada con plumas y flores, rematada con una cabeza de chacal, asimismo contiene cristal de roca, existe otra pieza que fue decorada enteramente con oro.

Lo que llevo a los expertos a esta conclusión de que era mas que claro su origen extraterrestre es que en la composición existe un alto contenido de níquel y en menor cantidad cobalto lo que sugiere que su origen no es de este planeta.

 Fotografía: Griffith Institute, University of Oxford 

Ademas esta pieza fue sometida a la prueba de análisis por fluorescencia de rayos X en el cual se llego a la conclusión que pertenecía a restos de meteoritos, alrededor de 76 sirvieron como referencia para su descubrimiento.

Sin duda una de las pocas piezas que fue fabricada con dicho material, que servirá para alimentar el misterio para los fanáticos del tema extraterrestre y las antiguas civilizaciones.

“Las piezas sugieren que los antiguos egipcios atribuyeron un gran valor a este tipo de  hierro para la producción de finos objetos decorativos y ceremoniales hasta el siglo XIV a. C.”, apuntan finalmente los expertos en su estudio publicado recientemente.

 Meteoritics & Planetary Science