Amor en el infierno: El soldado nazi que se enamoro de una Judia.

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Un amor prohibido logra nacer en el mismo infierno,  donde un guardia de las SS Franz Wunsch se enamora de la judía polaca Helena Citronova hasta el punto de salvarla a ella y a su hermana Rozinka pero no todo es un final feliz pues aunque pudo salvar a las 2 mujeres no pudo salvar a los hijos de Helena de ser condenados a la cámara de gas en plena segunda guerra mundial.

Todo empieza teniendo lugar en Auschwitz-Birkenau, donde el guardia de las SS Franz Wunsch  escuchaba cantar Helena y su voz le encanto provocando que el soldado se enamorara perdidamente de ella hasta el punto de solicitar el permiso de ser el guardia del cargo de Helena Citronova.

Según los relatos de Helena Citronova se dice que el soldado la trataba bien y la miraba con dulzura le mandaba inclusive galletas y le enviaba cartas diciéndole que el estaba enamorado de ella pero ella no sentía confianza por parte de el y lo trataba con extrema frialdad pero según su relato ella afirmaba que poco a poco llego a enamorarse del soldado a tal punto de admitir que a pesar de las circunstancias llego un momento que lo amo.

En el momento en que Helena Citronova  iba a ser enviada a la cámara de gas junto con su hermana Rozinka Franz Wunsch hizo todo lo posible para que ellas dos no fueran ejecutadas en las famosas marchas de la muerte fue en ese momento en el cual el hizo todo lo posible para evitar la ejecución de las dos hermanas y en donde el solicito con el mayor de sus esfuerzos que se les permitiera vivir con la excusa que ella y su hermana podian llegar a servirles para realizar trabajos forzados.

A pesar de todos los esfuerzos por rescatar no solamente a ella y a su hermana, no fue posible rescatar a los hijos de Helena debido a la brutalidad que se manejaba en aquel entonces por el extremo odio y los movimientos en masa de las personas huyendo o llevadas a lugares para ejecutarles por lo que no se sabia con exactitud todas las direcciones de los destinos en que iban a ser ejecutados los prisioneros y debido a que solo era un solo hombre tratando de salvarlos podemos deducir el nivel de dificultad que eso implicaba.

Las dos hermanas no se volverían a ver después con hasta un largo periodo de tiempo en el año de 1972, donde el destino cambiaria el papel entre el prisionero y el guardian debido a que Franz Wunsch en ese entonces fue llamado a juicio debido a que se le acusaba de ser un guardian sanguinario y estar al menos al mando de más de una ejecución en las cámaras de gas, es ahí donde las hermanas testificaron a favor del soldado con lo cual su testimonio le ayudó a salir vivo de ese juicio.

Al final el afirmo con sus propias palabras que  conocer a helena cambio su comportamiento y lo convirtió en otra persona una de la cual nunca se imagino que existiría en su interior declaro Wunsch en el juicio.